Un poco de humor e ironía sobre... Virgo
Conduciendo un vehículo…
Virgo se fija detenidamente en todas las señales, en el
clima adverso o favorable, en la probable velocidad a la que le adelantan y… en
aquel perro en el margen de la carretera que está cagando y atrayendo
exactamente a ¿5 o 6 moscas? Hay que frenar para verlo bien. ¿Estará este
conductor “cagado de las moscas” como se suele decir?
En un restaurante ante un buen plato…
Virgo se preocupa si a pesar de todo le sentará bien y
si tiene el punto justo de cocción y una correcta proporción de ingredientes y…
¿estará limpio el cubierto? A pesar de todos los cuidados se puede convertir en
una diarrea.
En una situación íntima o sexual…
Virgo exhibe una mueca de disgusto ante la incomodidad
de determinadas posturas –no que duele, aquello no me gusta- y es preciso que
no dure demasiado que hay que acabar de hacer la comida -la palabra sexo…
¿estará en su vocabulario?-.
Viajando en un avión…
Virgo conoce o contabiliza el número de plazas, el probable efecto de la
presión o condiciones atmosféricas y la pericia del piloto, pero no se queda
muy convencido –es que además era “virgen” en esto de volar- ¡no estuvo
presente en la inspección técnica de ese aparato! Mientras tanto desarrolla una
sencilla y práctica fórmula: volar = fallo técnico + imprevisto.
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