sábado, 28 de julio de 2012


Cáncer como signo solar

-      El enfoque principal consiste en un despertar al impulso emocional y la sensibilidad mediando intensos deseos maternales, de protección.
-      Indica asimismo la necesidad de sentirse unido y dependiente de algo o alguien.
-      El mapa natal conteniendo el Sol en Cáncer puede decantarse casi en su totalidad hacia la búsqueda activa e incansable de seguridad y afectividad, así como –y muy particularmente– de algo emocionalmente intenso que le permita tener las energías enfocadas e implicadas en ese proceso.
-      Pretende desarrollar la capacidad de responder con sentimientos y valorar las necesidades ajenas.


Génesis – Agua + Cardinal.
La tendencia emocional e intuitiva vinculada a la acción.

Su naturaleza básica -expresar sentimientos/dar importancia al ámbito doméstico y la vida privada/dar preponderancia a los sueños y los deseos-.
Expresión consciente -sentimientos protectores/valoración serena de la vida/reaccionar con afecto-.
Expresión inconsciente -reacciones descontroladas/sentimiento de dependencia no aceptado/autoprotección excesiva-.
Máximo potencial -total sensibilidad a las necesidades ajenas/lograr que todo el mundo –razas y culturas- sea la propia familia-.

lunes, 23 de julio de 2012

Una luna para todos...

    Es de sobras conocido que nuestro satélite, la Luna, es el regente de Cáncer, y que ello es indicativo de las fluctuaciones de nuestra naturaleza emocional y sensible. Las fases lunares son elementos simbólicos de interpretación acerca de cómo desarrollamos nuestra propia subjetividad; mi estado de ánimo determina en gran medida cómo concibo la vida que me rodea y las posibilidades que tengo a mi alcance.
    Esto significa que la voluntad o el propósito de lograr algo importante para cualquiera de nosotros -representado por el Sol- depende directamente de esta misma subjetividad ya mencionada. ¿Acaso lo que pretendo para llegar a ser feliz es menos importante que un transitorio estado de ánimo depresivo? ¿Percibir la vida a través del color "rojo" -con ira y empuje- me inhabilita para valorar la necesidad del color "verde" -una actitud moderada y de acuerdo con la naturaleza-? ¿Si me siento débil significa que mi fortaleza es un concepto meramente teórico?
    Es obvio que, seamos Cáncer o no, este mecanismo de percepción tan personal condiciona nuestra experiencia acerca de nuestras metas y objetivos y por esta razón se podría plantear que la Luna viene a ser como el regente de la estructura emocional del ser humano -pocas veces racional-, es decir, el regente de todo individuo nacido en este planeta.
    Todos compartimos este estado variable, temporalmente creativo pero también depresivo, tendente a la inseguridad y el temor, aunque fértil en el campo casi infinito de la imaginación...
    Astrológicamente, pueden analizarse varias opciones en cuanto a la influencia de la Luna en un mapa natal, pero en aras de la simplicidad sería conveniente interpretar la Luna en conexión con los cuatro elementos que son la base psicológica de cualquier persona vinculada a su mapa natal.

    La Luna en signos de fuego (Aries, Leo, Sagitario)
    El estado de ánimo -subjetivo- tiende a la sensación de lograr algo importante y altamente significativo que suele generar un intenso toque narcisista, una necesidad de no ser derrotado especialmente en un período de euforia o excesiva autoconfianza -a la que es muy difícil renunciar-, e inclusive la percepción de que el mundo no es sino el escenario de la propia voluntad -y los demás deben ajustarse a este parámetro- anteponiendo el ego personal basado en "querer es poder".

    La Luna en signos de tierra (Capricornio, Tauro, Virgo)
    El estado de ánimo -subjetivo- tiende a la sensación de que lo convencional y ortodoxo es sinónimo de madurez y sentido común, una necesidad de estabilizar y conservar que puede conducir al inmovilismo o la dificultad de cambiar, e inclusive la percepción de que el mundo es eternamente el mismo, que nada cambia y en consecuencia el esfuerzo sólo sirve para reforzar lo conseguido y perpetuar la presente conciencia de la realidad.

    La Luna en signos de aire (Libra, Acuario, Géminis)
    El estado de ánimo -subjetivo- tiende a la sensación de que el mundo conocido no es sino una aproximación a la verdadera realidad tan sólo perceptible a través de la lógica y la razón, una necesidad de alienarse de los instintos y las emociones "subidas de tono" que conduce a una probable superficialidad en los contactos, e inclusive la percepción de que el mundo es un conjunto desorganizado y en cierto modo caótico que impulsa a encontrarle una explicación a través del análisis y la comunicación -también a través del aislamiento o alienación social-.

    La Luna en signos de agua (Cáncer, Escorpio, Piscis)
    El estado de ánimo -subjetivo- tiende a la sensación de que la felicidad sólo es realmente alcanzable bajo el supuesto o la premisa de que nunca nos abandonarán aquellos que más necesitamos, una necesidad de evadirse de la realidad por medio de la fantasía, las adicciones y la depresión producto de una conciencia de víctima, e inclusive la percepción de que el mundo viene a ser como un eterno drama en el que el placer se alterna con el dolor y las ilusiones "chocan" o se enfrentan a la cruda realidad que es testimonio de una constante decepción. 







    



































miércoles, 18 de julio de 2012

Un poco de humor e ironía sobre Cáncer...

Conduciendo un vehículo…

Cáncer viaja con precaución principalmente para no volcar el termo del café con leche, ni el camping-gas y la mini-nevera llena de viandas –y para que no se mareen los cuatro miembros de su familia que viajan en el asiento de atrás- (¿viajar solo y desnutrido? No… ¡por Dios!)


En un restaurante ante un buen plato…

Cáncer recuerda lo reconfortante que es la comida casera y se transporta como a otra dimensión -la dimensión de la cocina de su abuela y su madre en la que cabía toda la familia y la olla más grande, hogar dulce hogar-.


En una situación íntima o sexual…

Cáncer precisa de la puerta cerrada, la luz apagada y después de una confortable cena y… después de un susurro, una caricia, etc., muchos preparativos e intimidad -entrar a saco no es su estilo pero… habrá que entrar ¿no?-.


Viajando en un avión…

Cáncer necesita ir con urgencia al servicio –producto de la inseguridad- y encontrar en su espacio disponible el último reducto de intimidad que le pueda resultar familiar… aunque el temor no le permite “acabar” ¿se habrán dado cuenta los demás pasajeros de su debilidad?


domingo, 8 de julio de 2012

De Cáncer a Capricornio

    La astrología esotérica menciona que Cáncer es la puerta de entrada a la encarnación física, y Capricornio -el signo opuesto- la salida de esta misma encarnación por medio de un proceso espiritual, de compromiso con la realidad. En este contexto, Cáncer está relacionado con la vida biológica y los estados emocionales y Capricornio con el desarrollo de una conciencia que implica un pensamiento maduro y realista, alejado en cierto modo de esa red de conexión emocional que procede de Cáncer.
    Es este el arquetípico eje vertical de todo mapa natal y de todo individuo: evolucionar hasta "dejar atrás" ese elemento de dependencia afectiva que se genera en el inicio de nuestra vida. Cuando el alma o conciencia -bajo el influjo de la madurez capricorniana- ha adquirido esa autonomía psicológica con la que puede prescindir de su lado infantil y caprichoso se supone que el ser humano es fundamentalmente fiable y competente, y que nada lo distraerá de las tareas asignadas -un "vicio" de Capricornio-. Pero entonces ¿la energía del signo de Cáncer queda relegada únicamente a la primera y más infantil etapa de nuestra vida?
    En realidad, la vida es como un gran círculo -es cíclica-, y por tanto el final de un desarrollo es a su vez el acercamiento al origen o principio de esta misma evolución cíclica. La energía de Capricornio es acertadamente el complemento psicológico de Cáncer, -digamos que Cáncer evoluciona hacia Capricornio-, pero también a la inversa -de Capricornio a Cáncer- ya que en el contexto esotérico mencionado anteriormente, la evolución espiritual que permite el descondicionamiento de los caprichos y la inmadurez nos conduce a una nueva encarnación -un ciclo para seguir madurando-.
    Cuando en una encarnación o ciclo vital hemos "aprendido" lo suficiente, podemos y debemos deshacernos de las ataduras emocionales y biológicas -propias de Cáncer- para acceder a la conciencia, digamos "espiritual", que nos permite una visión desde el cenit de la conciencia -la sabiduría que otorga la experiencia-.
    Finalmente hemos de volver a nacer, iniciando un nuevo proceso evolutivo de madurez y aprendizaje de la "realidad" pero sin olvidar en ningún momento que la niñez, la espontaneidad y el desarrollo de la imaginación no son realmente elementos desechables de la vida, sino la base obligada y necesaria de nuestra naturaleza que nos recuerda que el principio del camino es tan importante como el final del mismo...