Un poco de humor e ironía sobre Cáncer...
Conduciendo
un vehículo…
Cáncer viaja con precaución principalmente para no volcar el
termo del café con leche, ni el camping-gas y la mini-nevera llena de viandas
–y para que no se mareen los cuatro miembros de su familia que viajan en el
asiento de atrás- (¿viajar solo y desnutrido? No… ¡por Dios!)
En un restaurante ante un buen plato…
Cáncer recuerda lo reconfortante que es la comida casera y
se transporta como a otra dimensión -la dimensión de la cocina de su abuela y
su madre en la que cabía toda la familia y la olla más grande, hogar dulce
hogar-.
En una situación íntima o sexual…
Cáncer precisa de la puerta cerrada, la luz apagada y
después de una confortable cena y… después de un susurro, una caricia, etc.,
muchos preparativos e intimidad -entrar a saco no es su estilo pero… habrá que
entrar ¿no?-.
Viajando en un avión…
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